Cataclysm: primeras impresiones

Hola a todo@s de nuevo. Espero que hayáis disfrutado de estos días de vacaciones y, si por casualidad no habéis tenido no desesperéis, que seguro que ya os tocará.

Hoy voy a hablaros de lo poco que llevo visto en World of Warcraft: Cataclysm después de haber estado jugando desde su lanzamiento.

Debo deciros que, cuando empecé a jugar fuí con uno de mis personajes de nivel alto a las nuevas zonas pero estaban tan llenas de gente que automáticamente me entró un estrés curioso y decidí probar las nuevas razas. Así espero a que las zonas se vayan vaciando un poco.

Así pues, decidido esto, empecé a jugar con los goblins. Zneakee, goblin pícaro (estaba pensado desde que anunciaron la raza) vió por fin la luz (o, mejor dicho, la oscuridad que trae el cataclismo). Su inicio nos situa en la ciudad goblin de Kezan, un paraiso de la tecnología goblin. Mientras compites (mercantilmente hablando) con el Principe mercante Gallywix, ocurre el cataclismo y debes abandonar la isla en barco engañado por Gallywix.

Kezan, la ciudad goblin

Durante la huida, el barco es hundido por buques de la Alianza, que se encontrban por la zona luchando contra la Horda, y naufragas en las Islas Perdidas. Es en estas islas donde se afianza la relación goblins-Horda y donde se nombra al Principe mercante Gallywix líder de la facción goblin (después de una serie de sucesos).

A partir de aquí, ya empiezas a explorar las zonas de Azeroth mientras subes de nivel.

La parte de los huargen no la he terminado todavía. Empiezas siendo un guilneano normal y corriente que debe defender su reino de la amenaza de los huargen, la cual se expande a velocidades alarmantes. Durante el transcurso de la defensa de la ciudad, eres mordido por un huargen. Una herida superficial en principio... Que más tarde acaba con nuestro personaje convertido en una bestia salvaje.

Calles de la cuidad de Gilneas

Poco antes del cataclismo, los gilneanos restantes te capturan como salvaje y te retienen, hasta que encuentran un remedio alquímico temporal. Una vez vuelves a tener control sobre tus acciones, debes enfrentarte a una nueva amenaza: los renegados de Lady Sylvanas. A medida que vas expulsando a los renegados de tierras gilneanas y se suceden los terremotos, te encuentras con los Elfos de la Noche, los cuales están dispuestos a echarte una mano. Gracias a su ayuda obtienes el total control sobre tu feroz cuerpo, lo cual significa que no podrás volverte un salvaje de nuevo (pero mantienes tu forma de huargen, obviamente).

Hasta aquí es lo que he visto de Cataclysm. Debo decir que me ha gustado más la zona de inicio de los huargen que no la de los goblins, pese a lo poco que llevo visto. Como nuevas razas, los dos me han gustado por igual.

A todo esto, una de las nuevas zonas para subir de nivel es el Monte Hyjal, donde se desarrollan una de las raids de la expansión Burning Crusade. Y muchos habréis sentido la satisfacción de poder volar por el mundo antiguo, por fin. Esto hace las cosas mucho más fáciles.

También debo decir que están cuidando mucho las misiones. Parece que se han puesto serios con este tema y están haciendo misiones realmente interesantes, con contenido en la historia del juego y con muchas refetencias a eventos y misiones antiguas.

Por ahora nada más, nos vemos en la siguiente entrega.

Un saludo.

Beast.