Muy buenas a tod@s de nuevo. Por si os preguntáis si me ha tocado algo en el sorteo de Navidad, la respuesta es no, sigo siendo igual de pobre.
Hoy no voy a hablaros sobre ningún juego en concreto, hoy voy a mostrarme crítico frente a ciertas actitudes en el mundo del gamer (que no solo pertenecen a este ámbito).
Como sabéis volví hace poco a jugar a World of Warcraft y seguía en el clan que dejé por lo que decidí permanecer allí. Todo iba dentro de lo normal hasta que llegué al nivel máximo de nuevo, entonces me dí cuenta de lo mucho que había cambiado la mentalidad de mi antiguo clan, la cual ya no comparto.
La mayoría con los cuales jugaba ya no están y los que quedan la mayoría se han convertido en unos mercenarios egoístas (entiéndase como mercenario egoísta aquel que solo mira por sí mismo y no es capaz ni de ayudar a sus compañeros de hermanadad para favorecer la progresion de la misma) y la "epiquitis" es algo que está a la orden del día en términos de raid (entiéndase como "epiquitis" o la enfermedad del lila como el suceso que ocurre cuando se derrota a un jefe y la gente se vuelve loca con los objetos y quiere todo lo que puede pillar y más dejando a los demás sin la oportunidad de equiparse, lo cual puede llevar a que el grupo de raid no funcione debidamente y la hermandad no avance).
Supongo que véis por donde quiero ir: trabajo en equipo, conpañerismo, compartir con los demás y respeto. Son valores que creo que son casi inexistentes en la comunidad española de jugadores. Sí, me refiero a casi toda la comunidad española y con razón. No solo se da en el WoW.
Obviamente, no puedes pedir compañerismo en juegos individualistas, pero sí respeto. La gente no nace aprendiendo a jugar y necesita tiempo para aprender. Si los autodenominados pros, dioses, gurús del videojuego son (la mayoría) gente arrogante, da mucho asco jugar.
Desde aquí quiero hacer un llamamiento a los buenos modales, a la colaboración por el bien común y al respeto, porque no cuesta tanto ser una persona agradable y los demás lo agradecerán, porque no cuesta tanto ayudar a tus compañeros para favorecerles ya que seguramente ellos te devuelvan el favor tarde o temprano y, sobretodo, porque si muestras respeto ganas respeto.
Con esta crítica de hoy os dejo.
Un saludo.
Beast.